Auditoria: cómo ver lo que se busca ocultar
AUDITORES: Temidos y odiados, cómo trabajan. Los dictámenes o informes más frecuentes.
Pablo Kandel.pkandel@clarin.com
Auditoría viene de escuchar, oír. Los auditores competimos con otra, por ser la profesión más antigua del mundo", reflexionó Hugo Luppi, socio del Departamento Auditoría de Deloitte, una de las "cinco grandes" de la consultoría mundial.
Un panel de expertos auditores de la consultora expuso en un seminario las aristas de esa especialidad, a la que encuadraron mediante una sutil distinción: "No avalamos balances, sino opinamos sobre la razonabilidad de estados contables", como explicó Miguel Maxwell, socio director del mismo departamento.
No obstante que se pretenda efectivamente esa neutralidad, muchas veces la auditoría independiente llevada a cabo con rigurosidad, sirvió para descubrir fraudes respecto de los cuales, el auditor tiene la obligación de informar a las autoridades de la empresa auditada.
Entre estas irregularidades, parte de las cuales reúnen la envergadura para ser encuadradas como ilícitos, cometidos o tentativos, figuran sobre o subvaluar los bienes, mostrar una ganancia más alta o más baja que la que corresponde a la realidad o disfrazar alguna contingencia propia como si fueran responsabilidades de terceros.
Varias veces los auditores permitieron detectar maniobras sofisticadas, especialmente cuando funcionarios importantes de la empresa arman una operatoria paralela en base a la que piden un préstamo avalado por bienes de la empresa, pero a pesar de que ésta brinda su garantía el dinero no le llega sino que es embolsado y desviado por esos ejecutivos. "Muchas veces este fraude sólo aparece en el balance después de años, cuando ya el daño es irreparable", señaló Luppi.
En caso de duda se puede contratar "forensic accounting", que es otro conjunto de auditores específicamente orientados a chequear la existencia de fraudes. Uno de los especialistas en este campo antes de encaminarse como juez internacional, fue Luis Moreno Ocampo.
No obstante, si se detectaran fraudes no podría informarse a terceros por razones de secreto confidencial, con la posible excepción de la Unidad de Información Financiera ente que monitorea los posibles delitos vinculados al lavado de dinero.
Es importante señalar que los auditores son a su vez intensamente auditados entre ellos, por tribunales de ética profesional. Y que deben rendir cuentas, si corresponde, al Banco Central (para auditorías de entidades financieras), la Superintendencia de Seguros de la Nación, la Comisión Nacional de Valores y otros organismos de contralor.
Toda esta labor, que a veces involucra de 4 a 5.000 horas anuales de trabajo con equipos de 28 profesionales, obliga a Deloitte a comprar 1.900 notebooks cada dos años.
La revisión de los balances y de la documentación que los sustenta lleva como resultado final al "dictamen del auditor", que es el coronamiento del balance y, a la vez, lo que espera el directorio y los accionistas de la empresa que contrató al auditor.
Los casos posibles
A este respecto Luppi delineó cuidadosamente los tipos de opinión que suelen darse, subsumiéndolos en siete tipologías:
«, La más favorable es la que podría denominarse "el informe limpio", es decir se presenta favorable sin excepciones y el auditor no tiene ningún tipo de observaciones.
«, Favorable pero con limitaciones al alcance del trabajo debido a procedimientos que no pudieron cumplirse.
«, El auditor opina que refleja incertidumbre sobre hechos futuros acerca de los cuales no pueden determinarse efectos finales.
«, Ya más serio es el informe donde el auditor opina que se ha producido discrepancia respecto de la aplicación de las normas aceptadas, es decir la empresa se ha apartado de las mismas aunque sea en parte.
«, Falta de uniformidad en la aplicación de las normas: es decir, se aplicó un criterio en una parte y otro en otra de modo que la información no es comparable.
«, Uno de los casos más graves es el de abstención de opinión: el auditor estudió el balance y no está en condiciones de emitir una opinión porque encuentra limitaciones muy significativas en el alcance del trabajo o incerti dumbres que afectan varios rubros en los estados contables.
«, El último caso es el de opinión adversa o negativa, donde el auditor encuentra discrepancias muy significativas con las normas y afecta notablemente la gestión de la empresa.